domingo, 20 de septiembre de 2009

Huantachaca: lugar donde se libró, el 27 de marzo de 1857, una batalla, entre las fuerzas del General Pedro Diez Canseco y los revolucionarios huantinos, que se sublevaron contra el gobierno del Mariscal don Ramón Castilla a favor del General Vivanco, a las órdenes del Teniente Coronel José Antonio Hernando, donde después de una feroz resistencia, los revolucionarios huantinos fueron derrotados.
Callqui: parapeto y fortaleza natural de los famosos y temibles montoneros iquichanos, histórico lugar donde se planearon, para las invasiones a la población de Huanta, contra los intolerables abusos de las autoridades políticas de la provincia, escenario donde se oyeron los primeros escalofriantes detonaciones de las primeras balas en señal de rebelión y el estrépito de la caballería de los iquichanos y el eco marcial de los tambores y cornetas que hacían temblar de miedo a los habitantes de la ciudad, haciendo presagiar terribles tragedias de luto y llanto.
Pultunchara: estas gradientes y empinadas faldas, ofrece una vista sugestiva y panorámica con su grandiosa vegetación, es uno de los lugares más valiosos y pintorescos de Huanta, que representa una verdadera reliquia histórica y un orgullo para los huantinos, pues aquí los bravos y valientes Iquichanos, pelearon como fieras en diferentes épocas, midiendo con orgullo sus toscas y primitivas armas, que empuñaron con indescriptible valor y heroísmo con las poderosas fuerzas militares, encabezados por los más notables militares veteranos de nuestra independencia, que después llegaron a la Presidencia de la República con los grados de Generales y Mariscales. En 1833, Agustín Gamarra, Miguel de San Román, Pedro Bermúdez y Juan Crisóstomo Torrico, pelearon contra los Iquichanos en este mismo lugar. En 1857 Pedro Diez Canseco, peleó con los revolucionarios vivanquistas huantinos. En 1896, el Mariscal Oscar R. Benavides, peleó con los Iquichanos sublevados por el impuesto a la sal, cuando ostentaba aún el grado de Teniente en el batallón Callao en la Expedición comandado por el Coronel Domingo J. Parra.
Iquicha: tierra donde nació y se encuentra sepultado en el altar mayor de su iglesia el famoso caudillo indígena General José Antonio Navala Huachaca, calificado por los diversos Gobiernos y los escritores nacionales con el título de “Rebelde Iquichano”, por pretender restaurar el régimen colonial y el gobierno de los Virreyes de Lima. San José de Iquicha, fue ocupado después de los más encarnizados combates por el general Francisco de Vidal, el sanguinario coronel Juan Bautista Cartagena, el coronel Manuel Lopera y el Comandante Gabriel Quintanilla, por ser la cuna de los bravos y feroces Iquichanos, que invadieron en reiteradas veces la ciudad de Huanta y Huamanga, al sublevarse contra los gobiernos de 1826, 1828, 1833 y 1839. Fue también motivo de varias incursiones subversivas durante la década de los 80. Actualmente es centro poblado menor cuyos habitantes han cambiado sus armas por herramientas de trabajo apostando por el desarrollo de las comunidades alto andinas de la provincia de Huanta.
Uchuraccay: testigo de dos hechos históricos, primero el 25 de marzo de 1828 se realizó una encarnizada batalla entre las fuerzas del Comandante Gabriel Quintanilla, auxiliado por las fuerzas del General Francisco de Vidal y los aguerridos Iquichanos, a las órdenes del General José Antonio Navala Huachaca, resultando derrotados las fuerzas del General Huachaca, después de una feroz resistencia, con numerosos muertos, heridos y prisioneros, entre ellos el hermano del General Huachaca. Y también es testigo mudo de la masacre de los periodistas Jorge Sedano de “La República”, Amador García Yunque de la Revista “Oiga”, Pedro Sánchez Gavidia y Eduardo de la Piniella Paola de “El Diario Marka”, Willy Retto Torres y Jorge Luis Mendivil Trelles de “El Observador”, Octavio Infante García y Félix Gavilan Huamán de “Noticias” de Ayacucho, hecho que se produjo el 26 de enero de 1983, por esta razón Uchuraccay con justa razón ha sido declarado recientemente por la Municipalidad Provincial de Huanta como “Cuna de la Verdad y de los Mártires del Periodismo Nacional”.
Puente de Ayahuarcuna: es de cal y piedra construido en el año de 1771 por disposición del Corregidor y Justicia Mayor de San Pedro de Huanta don Domingo Encalada y Torres, en este puente ubicado entre la carretera de Huanta a Ayacucho, los aguerridos Pokras, antecesores de los bravos y valientes Iquichanos degollaron y colgaron a los tenientes del Inca Viracocha aproximadamente en el año de 1324; de ahí el nombre de Ayahuarcuna, que significa en quechua lugar donde se cuelgan cadáveres.
Meseta de Yanallay: es célebre dentro de las páginas de la historia de Huanta e historia nacional, donde el memorable día 15 de noviembre de 1839, se firmó el famoso e histórico acta o convenio de Yanallay, entre el gobierno y los guerrilleros Iquichanos, siendo representado el primero por el comandante General Manuel Lopera y el Comandante Iquichano Tadeo Chocce, en representación del gran caudillo General José Antonio Navala Huachaca, quienes después de 18 años de haberse proclamado la Independencia del Perú, se comprometieron formalmente a deponer las armas para siempre contra el gobierno y respetar las leyes de la Nación.
Huayllay: en la actualidad es un centro poblado con características netamente andinas, de estrechas callejuelas, en cuyas alturas se encuentran las famosas minas de Ccollce Huisccana y Ccorihuillca, que fueron trabajadas por los españoles y portugueses en siglos pasados, por ser ricas minas de plata, oro, cobre y plomo. La leyenda cuenta que en la parte superior del poblado existe una laguna hembra, que tiene la forma del numero ocho, cada vez que se acercan los hombres, se enfurece y sus aguas lo atraen llevándoselo hasta sus profundidades para siempre. El Templo de Huayllay, posee una sola torre, donde se encuentran cuatro hermosas campanas, la más antigua de ellas fue elaborado por Miguel Orozco el Campanero, empleando la grasa de una mujer virgen, para que tenga un mejor tañido cada vez que la toquen.
Huayhuas: en este lugar situado entre la carretera Huanta-Ayacucho, el 13 de noviembre de 1883, se libró una feroz y encarnizada batalla de seis horas, desde las dos de la tarde, entre las fuerzas invasoras chilenas del Coronel Urriola y los valientes “Cholos Montoneros Huantinos”, quienes a pesar de la lobreguez de la noche, continuaron peleando con los chilenos, en toda el abra de Huayhuas con tanta ferocidad que hasta no pudieron emplear sus armas, se batían cuerpo a cuerpo, degollándose con los dientes, como unas fieras enfurecidas y golpeándose con las culatas de su fusiles, huyendo los chilenos espantados y maltrechos hacia el puente de Warpa, siendo ferozmente perseguidos por los terribles y enfurecidos “Cholos Montoneros Huantinos”, haciéndoles tragar el polvo de la derrota en todo el trayecto.
Macachacra: capital del distrito de Iguaín, donde el 22 de marzo de 1857, se libró otra batalla durante tres horas, entre la Expedición Pacificadora del Centro, al mando del Coronel Pedro Diez Canseco, para vengar la muerte del Prefecto del departamento de Ayacucho Manuel Benavides Bermúdez y los revolucionarios huantinos, quienes fueron derrotados y perseguidos hasta los barrios de Huantachaca y Cinco Esquinas de la ciudad de Huanta, la población fue tomada a sangre y fuego. El local municipal de Iguaín, ubicado en la Plaza Principal de Macachacra fue ocupado en 1987 por los efectivos militares, siendo objeto de ataques por los subversivos en reiteradas ocasiones. Es el único distrito que ha tenido la irreparable perdida de tres de su Alcaldes Distritales: Víctor Cordero López (1984), Andrés Porras Mallqui (1987) y Sergio Canales Nalvarte (1988).

Huamanguilla: capital del distrito del mismo nombre, considerada como la “Primera Huamanga”, su fundación española se realizó el 9 de enero de 1539 con el nombre de “San Juan de la Frontera”, a cargo del Capitán Alonso de Alvarado por mandato de l Conquistador don Francisco Pizarro y al retirarse dejó en reemplazo al Capitán Francisco Cárdenas; pero por disposición de su Cabildo el 25 de abril de 1540, el Gobernador Vasco de Guevara la trasladó al valle de Pucaray, actual sitio donde se encuentra la ciudad de Ayacucho. En Huamanguilla nació el celebre y aguerrido héroe de la Guerra del Pacífico y combatiente de la heroica Campaña de la Breña Coronel Mariano Sosa Lozano.
Luricocha: capital del distrito del mismo nombre, su etimología deriva de las palabras quechuas: ruri, loro y ccocha laguna, que equivale a decir laguna de loros, en lo albores de la colonia asolo a este pueblo una epidemia que empezó a diezmar a la población. Alrededor de aquellas epidemias que asolaron el pueblo Luricochano, corre la tradición de que ellas fueron el castigo o la ira de Dios, a causa de una matrona rica y poderosa del pueblo de Luricocha, llamada Tomasa Casa y Cadena, quién había flagelado al cura de la parroquia, porque éste había ingresado al templo ha oficiar misa sin la presencia de la matrona, que lo hacia cotidianamente. En esta villa, nació el notable hombre público, eminente jurista, parlamentario, periodista y escritor Dr. José Salvador Cavero Ovalle, quién llego a ser primer Vice-Presidente del Perú.
La Caverna de Pacha-punya: ubicado en la cima del cerro del mismo nombre, en cuya cúspide está plantado el “Calvario” patrón de la villa de Luricocha, es un cementerio antiguo donde se encuentran restos arqueológicos y momias, que los brujos de esta región utilizan para hacer daño empleando para el efecto piezas de ropa interior de sus enemigos con los cuales visten a las momias, hecho que le produce la enfermedad conocido con el nombre de “Aya” (cadáver) y sus derivados aya-pincha, aya-huaspe, aya-huaira, ccaycca, etc.
Yacimiento Arqueológico de Azángaro: la arqueóloga canadiense Dra. Martha Anders, en 1978-79 desplegó una tesonera y científica labor, excavaciones, hallazgos de fragmentos de cerámicas y utensilios metálicos de cobre. Anders, afirma que Azángaro no sólo fue un “Centro Urbano Administrativo del Imperio Wari” (Siglo VI y VII), en el aspecto social, político, militar y económico, sino también fue un oráculo donde se llevaban a cabo rituales religiosos mágicos a cargo de los “Awkis”, que eran hombres viejos, sabios y depositarios de los valores culturales, quienes predecían el clima, las calamidades, las sequías y las heladas, las lluvias y las buenas cosechas para la agricultura en el valle y en las regiones aledañas; además observando la posesión de la luna, el sol y de las estrellas podían predecir el destino de los hombres, los odios, las muertes, desgracias y las guerras.
Azángaro, es una palabra quechua, deriva de la toponimia “Zankay”, que significa lugar de los cactos gigantes de 8 o más metros de altura, que rematan en su corona de flores de color lila y amaranto, el tallo es bulbo cilíndrico, cubierto de gigantescas espinas. El yacimiento arqueológico se encuentra ubicado al oeste de la ciudad de Huanta, esta situada en una extensa planicie, en los bajíos del valle en la región chawpi yunga, cerca al río Cachi-Huarpa, a 2.390 msnm
Yacimiento Arqueológico de Tinyacc: fue una acrópolis fortaleza, ubicado en el imponente cerro de Coronilla, cerca de Huayhuas y Macachacra, distrito de Iguaín. En el existe un sistema de pequeños fortines dispuestos en círculo, ya en la cumbre llamada “Coronilla” (a la distancia los fortines semejan una corona gigantesca colocada en el cerro). Existen 20 fortines orientados al sur, dominando Huamanguilla, y 12 orientados al norte, dominando Huayhuas y Huanta. Los fortines son rectangulares con muros de piedra labrada y barro, de unos 6 m de largo por 3,5 m de ancho. Se notan ventanas frontales y una pequeña entrada lateral a cada fortín, de unos 8 dm de alto por 6 dm de ancho. La tradición pueblerina cuenta que en cada eclipse de luna (Quilla huañui) se oyen en las entrañas del cerro música marcial de pututos y tinyas (tamborines), ruidos de choques de armas, aclamaciones de victorias guerreras, cantos y danzas de los “gentiles”.
Yacimiento Arqueológico de Allcuhuillca: se encuentra al sur de la ciudad de Huanta, la cumbre de este gran cerro es extensa y plana, donde existen pequeñas construcciones circulares. Llama la atención dos fortines, uno llamado Incaraccay, que domina el valle de Huanta, es de forma rectagunlar, tiene 60 m de largo y 40 m de ancho, sus muros de piedra son de 1 m de ancho. Y el otro llamado Molinuyoc, se ubica en el sur a 2 km del anterior.
Yacimiento Arqueológico de Molinuyocc: Se ubica en el sur a 2 km del yacimiento arqueológico de Allcuhuillca, tiente 80 m de largo y 30 de ancho, también de forma rectangular; desde el lugar se domina Pacaycasa y Wari. Dentro de este recinto se nota la existencia de una fuente de agua con dos plantas megalíticas circulares de aproximadamente 1.5 m de diámetro junto a ella, esas losas son semejantes a las de un molino hidráulico (de ahí el nombre). Los investigadores explican la existencia de agua en plena cumbre del cerro, por las filtraciones desde las alturas de Huamanguilla , que actuarían de manera de vasos comunicantes, debido a que esta cumbre esta en el mismo nivel. La podemos visitar entre la carretera Huanta-Ayacucho, a la altura de la comunidad de La Vega.
Complejo Ciclópeo de Laupay: se ubica en la comunidad del mismo nombre, distrito de Santillana, a 4308 msnm; es un inmenso bosque de piedras con diversas figuras de seres humanos, animales, plantas y objetos cada una de ellas con un propio nombre, ocupa una extensión de más de 20 ha entre las faldas del cerro Laupay-orcco y las cumbres de las cordilleras Ichictinca y Llacctapunta. La tradición cuenta que “los animales de la zona selva del Río Apurímac se propusieron poblar el extenso y fértil valle de Huanta, lo cual lo deberían efectuar en una sola noche, pero el éxodo masivo fue sorprendido en el lugar de Laupay-huaycco, quedándose petrificados todos los seres provenientes de la selva, por desafiar al destino, al no haber cumplido la hazaña propuesta de llegar a la Esmeralda de los Andes, cayéndoles el castigo divino”, existen otras singulares tradiciones sobre el origen de los seres petrificados de Laupay.
Cóndor de Sinuarpampa, es una figura ciclópea (piedra natural) que se encuentra en la comunidad de Pucacolpa, zona norte del distrito de Ayahuanco, la tradición refiere que un hombre ambicioso al tratar de sacar el abundante oro que se encuentra escondido bajo tierra en dicho lugar, quedó convertido en piedra con la forma de un cóndor, junto a los tesoros enterrados existe un toro de oro que duerme protegiéndolo celosamente por siglos; en dicho lugar la única planta que crece es la “Machamacha”, cuyo fruto de sabor al pepinillo al consumirlo hace que las personas se emborrachen y arrojen sangre por la boca hasta morir.

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